Teniendo en cuenta que somos una referencia nacional en la realización de rinoplastias, es normal que hayamos escrito numerosos posts sobre esta intervención. Te hemos hablado del procedimiento, de cómo prepararte para someterte a una operación así, de los cuidados posteriores, incluso de cuándo podrás volver a usar gafas o realizar otras actividades de tu vida normal… En fin, hemos escrito muchos artículos de la que es una de nuestras principales especialidades para proporcionar toda la información posible a nuestros pacientes.

A pesar de todo ello, de lo que no te hemos hablado es de la parte menos buena de realizar una rinoplastia, especialmente cuando se aborda de manera “tradicional” y no con la técnica ultrasónica. Y eso es precisamente lo que vamos a hacer hoy: contarte algunos efectos de la rinoplastia que son totalmente normales, para que no te asustes y sepas que entra dentro de lo habitual tras un proceso así. ¡Comenzamos!

Los efectos colaterales de una rinoplastia.

Tras una intervención quirúrgica como es una rinoplastia es fundamental dar unas instrucciones al paciente para que todo vaya bien en el postoperatorio y la recuperación sea lo más rápida y llevadera posible. E igual de importante es advertirle de ciertos efectos secundarios que pueden darse tras esta operación y que son totalmente normales:

1.- Hinchazón de la zona con hematomas que tarda en bajar:

Es de lo más habitual, especialmente tras una rinoplastia tradicional, cuyo procedimiento es un tanto más invasivo que el de las rinoplastias ultrasónicas. Si el derrame es extenso y tarda tiempo en mejorar puedes consultarlo con tu médico, pero es bastante habitual y no deberías asustarte en exceso durante los 2-3 primeros días. Descanso, hielo, cabeza reclinada… son los mejores consejos para que la situación mejore. Si a partir de los 3 días notas que no remite ni la inflamación ni los hematomas, sí puede ser motivo de consulta.

2.- Congestión nasal:

Es habitual que, tras una rinoplastia, el paciente sienta que respira mejor que nunca, algo que se debe en parte a la propia intervención y en parte al descongestionante que se usa para operar. Sin embargo, según pasan las horas y el efecto del descongestionante desaparece y comienza a inflamarse el interior de la nariz, la sensación será totalmente contraria: una gran congestión nasal como la que se siente en un constipado fuerte, con la nariz taponada y lagrimeo constante. Como te decíamos, no debes preocuparte porque es otro efecto de la rinoplastia habitual que remitirá en unos días. Mientras tanto, no te suenes ni hagas fuerza, tan solo puedes lavar el interior de la nariz con suero fisiológico y tener paciencia.

3.- Algún episodio de sangrado:

En general, el sangrado nasal es poco frecuente, pero sí puede ocurrir que, si se ha acumulado algo de sangre en los senos paranasales, a veces, un cambio de la posición de la cabeza puede hacer que salga sangre acumulada. Normalmente es sangre de tono oscuro no y no será mucha cantidad. Si es así, no debes preocuparte. Sí deberías hacerlo si el sangrado es abundante, más continuado y la sangre es de color rojo vivo.

Recuerda estas molestias y no olvides que son totalmente normales después de una rinoplastia. En cualquier caso, el personal de nuestro centro de cirugía plástica y reparadora te explicará todo con detalle, con instrucciones precisas para el proceso de postoperatorio