Como bien sabes, la blefaroplastia es una de las intervenciones más demandadas en nuestros centros de cirugía estética. Porque la mirada resulta determinante en la belleza y armonía que transmite un rostro y liberar los ojos de esas antiestéticas bolsas que se acumulan en los párpados es una manera de conseguirlo.

Sin embargo, aunque se tiende a pensar que todas las bolsas de grasa que surgen en la zona inferior de los ojos son iguales, debemos decir que no es así exactamente. Por un lado, están las bolsas de grasa de las que siempre te hemos hablado, que se sitúan justo debajo del ojo y se eliminan mediante blefaroplastia. Pero por otro lado, también existen las bolsas malares, un tipo de lesión en forma de bolsas voluminosas pero que se sitúan más abajo, por debajo de las ojeras, ya en el pómulo. Te contamos un poco más a continuación.

¿Qué son las bolsas malares?

La mayoría de los pacientes que llegan a nuestro centro de cirugía plástica y reparadora dan por hecho que las bolsas que se acumulan en las zonas inferiores de sus ojos son todas iguales y surgen por un exceso de grasa. Y aunque en términos generales podríamos decir que todas tienen mucho en común, existen algunas diferencias más allá del nombre.

Por un lado, están las bolsas que surgen en el párpado inferior que no son igual que las bolsas malares. Estas últimas son acumulaciones de grasa y líquidos que adquieren una forma ovalada muy voluminosa y que se sitúan entre el párpado inferior y el pómulo, por debajo de la ojera o del músculo orbitomalar.

Normalmente surgen por la degeneración que sufre el músculo que rodea los ojos y que permite la apertura y cierre de los mismos. Este músculo se transforma con el paso del tiempo y de ciertos hábitos de vida como el consumo de tabaco o una alimentación inadecuada, y da lugar a que ese tejido se destense, se descuelgue y facilite la acumulación de grasa y líquidos, algo que provoca la aparición de edemas crónicos y una hinchazón muy notable.

La degeneración que sufren estos tejidos que deriva en las bolsas malares también puede deberse a la retención de líquidos que producen las enfermedades renales o del tiroides, de ahí que más allá de su dimensión estética deban consultarse por si son consecuencia de posibles problemas médicos.

En muchos casos, las bolsas malares vienen acompañadas de los festones malares que son unos pliegues de la piel de la zona que hacen que el efecto estético sea aún más acusado. Las bolsas están más marcadas y descolgadas y transmiten una sensación de cara hinchada, enferma, cansada y envejecida.

¿Qué tratamientos se aplican en estos casos?

Pues como decíamos, como en estos casos la acumulación de grasa y líquido no se produce en el párpado inferior sino en la piel que está por debajo de la ojera, ya en el pómulo, la blefaroplastia no tiene sentido y es necesario acudir a otros tratamientos.

Normalmente, probar con un tratamiento de radiofrecuencia, con masajes drenantes o con la infiltración de ácido hialurónico es lo habitual. También hay casos en los que se recurre a una cirugía de Bichat, también llamada bichectomía, que como sabes se realiza desde la cara interna del pómulo, extrayendo las acumulaciones de grasa con el objetivo de estilizar el rostro y eliminar esas antiestéticas bolsas que se acumulan en las mejillas.

En cualquier caso, si se forman esas bolsas grandes y colgantes a la altura del comienzo del pómulo, debes acudir a un médico para valorar que no son consecuencia de ninguna enfermedad. Cuando son producto del paso del tiempo, la genética, la retención de líquidos y los malos hábitos, entonces podemos ayudarte con un tratamiento específico que las elimine, tense esa piel y te haga volver a lucir una mirada más bonita y limpia. Consúltanos.